jueves, 8 de julio de 2021

Alcurnia de la clase media chilanga


A partir de un cinedrama original que él mismo escribió y luego adaptó a cuatro manos junto con Joaquín Pardavé (1900-1955), en 1948 Gilberto Martínez Solares (1906-1997) dirigió La familia Pérez. La película, una comedia dramática producida por Gregorio Walerstein, fue musicalizada por Manuel Esperón (1911-2011) y protagonizada por el propio Pardavé, quien interpretaba al sojuzgado Gumaro Pérez, oriundo de Guanajuato, como el mismo actor, y Sara García (1895-1980), quien dio vida a la mandona esposa, Natalia Vivanco de Pérez —participaban en el film, además, Manolo Fabregas, Lilia Prado y José Elías Moreno, entre otros—. El prólogo de la película, narrado en off por el multifacético José Ángel Espinosa “Ferrusquilla” (1919-2015), ofrece una instantánea sociológica de la manera en que desde los creadores de cultura e identidad se entendía la estructura social de la capital del país hace más de siete décadas.



Por supuesto, las palabras que se emplean hoy serían políticamente incorrectas: la riqueza significaba limpieza y elegancia, mientras que la pobreza no sólo se aparejaba con la falta de bienestar, sino con la de higiene. Es de subrayar que ya desde entonces la clase media se asumía a sí misma como mayoritaria en el pujante Distrito Federal…

 

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