jueves, 30 de diciembre de 2021

Lascas y lonchas 2021


Lascas

 

La frase hecha "no tengo pruebas pero tampoco dudas" expresa con mucha nitidez lo que es negarse a pensar razonablemente con tal de no poner en duda los propios prejuicios.

 

Es falso que un razonamiento claro precise mucha información.

 

A este planeta le urge un terrapeuta.

 

Esos que dicen que la culpa no sirve de nada se equivocan, sí sirve: pa echársela a alguien.

 

Recientes estudios —con robusta evidencia acumulada— apuntan que lo que un grupo de expertos ya temía es cierto: usar pants diariamente, aunque sean los mismos, durante meses, no mejora la condición física de las personas.

 

Se repite hasta el cansancio que un doctorado no quita lo bruto, y es cierto —puedo dar fe de ello—. Habría que agregar que tampoco da ni honorabilidad ni fuero.

Si crees que la ciencia tiene las respuestas a todo, tienes una idea bastante supersticiosa de la ciencia.

 

Muchas personas se sienten engañadas por la ciencia… ¡Cómo que no tiene todas las respuestas!… ¡Pobres!, no saben que la ciencia ni siquiera tiene todas las preguntas.

 

La nostalgia de lo eterno es la menos pasajera.

 

Ojalá el viento se llevara tanto pensamiento anquilosado.

 

Quizá el atavismo que más sufro es mi apego a los libros en papel.

 

Si no puedes cambiar la realidad, échate un render.

 

El pasado inmediato debería habernos enseñado qué tan malos somos prediciendo el futuro.

 

Predicción infalible: en el futuro seguiremos siendo tan malos como fuimos en el pasado para predecir el porvenir.

 

Que el futuro se adelante es ya cosa del pasado.

 

Estar mejor o peor respecto al pasado tiene que ver con tu ideal de futuro. Estamos mucho mejor porque se detuvo la caída a la barbarie.

 

Los economistas siempre han sido pésimos futurólogos. ¿Por qué siguen haciéndoles caso?

 

El pesimismo aisla. Ya escribía Cioran: “El horror al futuro sólo se cura en estas islas donde el tiempo se ha detenido, donde sólo existe el presente, si es que siquiera existe”.

 

 

Conservas

 

El pesimismo es fundamentalmente conservador. En la posición opuesta, evidentemente, está el optimista, quien desea que el futuro llegue cuanto antes.

 

Los conservas tienen nostalgia de un país que jamás ha existido.

 

— ¡Usted es un extraterrestre que cena niños y en las noches de luna llena se convierte en ganso asesino!

— No es verdad. Soy un ser humano igual que usted, jamás he cometido antropofagia y no tengo capacidad de metamorfosearme en ave alguna.

— ¡No es tolerante a la crítica! ¡Dictador!

 

Con todo y que prácticamente está compuesto al 100% por conservadores, el PAN se echó a perder.

 

No es lo mismo gente derecha que gente de derecha.

 

Los de derecha suelen ser chuecos.

 

Los conservas están seguros de que estaríamos mejor si siguiéramos de mal en peor.

 

Los conservas creen que hablar mal de todos los políticos es políticamente correcto.

 

El ridículo como postura política está diezmando a la derecha.

 

Cada vez queda más claro que la proposición más acabada del ideario de la reacción mexicana es: — ¡El Peje nos cae bien gordo!

 

Quienes quieren meter reversa histórica obviamente no impulsan un avance. El prianismo es la vía retrógrada.

 

La reacción, por definición, no es propositiva.

 

¿Sí saben que la reacción es muy molesta?  Y no estoy hablando de vacunas…

 

Llevaban años llamando Peje-zombis a los simpatizantes de quien apodaron El Mesías Tropical, y ahora claman que no polaricen al país…

 

Aguantaron sin chistar que Peña nos dijera corruptos a todos y todas, y se encrespan porque AMLO dice que “un sector de la clase media” es aspiracionista.

 

Vivían amurallados, inalcanzables, protegidos por ocho mil elementos del EMP, y al actual que viaja en vuelos comerciales y sin ejército de guaruras lo llaman dictador.

 

Le pasaron que en vez de una refinería entregara una barda, y este les cae gordo porque las sucursales del banco del bienestar no tienen diseño chic.

 

Le perdonaron que haya plagiado la tesis de licenciatura…, ¡ah!, pero detestan al actual porque a veces se pone camisas de manga corta.

 

Le aguantaban que jamás aceptara entrevistas que no fueran a modo, ¡ah, pero al actual no le perdonan que de lunes a viernes esté dispuesto a contestar cualquier pregunta de la prensa!

 

Les aguantaban que permitieran y en algunos casos impulsaran la violencia de Estado…, ¡ah, pero al actual no le perdonan que se coma las eses!

 

Al otro le aplaudieron a la Gaviota, y lamentan lo corriente que es que este coma tlayudas.

 

Le aguantaron la casa blaca y a este lo abominan porque no trae zapatos nuevos.

 

Maroma concerva: decir que AMLO es un represor que no se atreve a reprimir.

 

La mentira palmaria sobre asuntos públicos atenta contra el tejido social.

 

Durante décadas cuidaron la macroeconomía nacional… en las cuentas bancarias de una élite económica.

 

Misma falacia:

Criticar a algunos funcionarios del INE no es atacar al INE, menos a la Democracia; esos funcionarios del INE no son La Democracia.

Criticar a ciertos exfuncionarios del Conacyt no es criticar al Conacyt, menos a la Ciencia; esos exfuncionarios no son La Ciencia.

 

A los fachos buenaondita mexicanos les encanta la izquierda… guapetona y en otro país.

 

Trampita retórica de los conservas: enfrentar “datos duros” versus “percepción”. Los datos son en sí mismos expresiones de determinadas percepciones y, además, se perciben. Los números no hablan solos, se leen, alguien los lee.

 

 

Calambures

 

Se quedó con el alma en silo…

 

Os hilé y oscilé.

 

Yo, cuando estoy a todo mecate, siempre me siento en la cuerda floja.

 

 

Epitafios

 

Aquí, aprendiendo una lengua muerta.

 

Aquí nomás, perdiendo el tiempo.

 

Déjame en visto.

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