domingo, 10 de mayo de 2020

Ni pipa ni gato

La famosa pipa de Magritte, más precisamente la no pipa de Magritte, en realidad se titula La traición de las imágenes. El belga surrealista René François Ghislain Magritte (1898-1967) pintó este celebérrimo óleo en 1929: una pipa y abajo la leyenda Ceci n'est pas une pipe, esto no es una pipa.


¿Qué observamos? ¿Una pipa? Si usted me dice que sí, le recuerdo que Magritte repeló en su momento: “Y sin embargo, ¿podría usted rellenarla? No, claro, es una mera representación. Si hubiera escrito en el cuadro ‘Esto es una pipa’, ¡habría estado mintiendo!”

Con tinta china y acuarela, algunos años después —no está fechada la obra— el artista plástico juchiteco Francisco Benjamín López Toledo (1940-2019) realizó Gato y palabra gato (perdonarán ustedes, pero la pieza estaba colocada de tal manera que resultaba imposible evitar el reflejo del fotógrafo con camiseta de José Guadalupe Posada). ¿Qué observamos? ¿Un gato? Yo veo más un gato en la palabra gato que en el gato de la izquierda, y sin embargo, reclamaría el belga al maestro Toledo, ¿podría usted acariciar al gato?


 

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