Los hombres se han forjado la imagen del azar
para justificar su propia irreflexión.
Demócrito de Abdera
Hoy día, de entre todos los pensadores de la Antigüedad, si uno se refiere al atomismo, seguramente el primero que viene a la cabeza es Demócrito (c. 460 –370 a. C.). Curiosamente, me parece que nadie negaría que Epicuro es mucho más conocido que Demócrito de Abdera, y Epicuro de Samos (341- 270 a. C.) también fue un atomista, pero su celebridad se debe más bien a su ética, no tanto a sus planteamientos de filosofía de la naturaleza. Con todo, el acuerdo de los estudiosos apunta a que el iniciador de esa corriente de pensamiento, el atomismo presocrático, no fue ninguno de ellos dos, sino Leucipo. Decirlo así es fácil, pero un tanto engañoso, porque si bien hay cierto consenso en cuanto a que Leucipo era más viejo que Demócrito, resulta casi imposible delimitar los planteos de uno respecto del otro y, peor, para algunos, incluido Epicuro, Leucipo ni siquiera existió. Actualmente, la gran mayoría de los estudiosos acepta la existencia histórica de Leucipo —Aristóteles, quien murió antes de que Epicuro fundara su escuela, ya hablaba de él como una figura real—, aunque se sabe casi nada de su vida —¿nació en Elea o en Mileto?, ¿fue discípulo de Zenón, de Pitágoras?—. Pero a lo que iba…
En la dupla Leucipo-Demócrito podemos encontrar los antecedentes más antiguos en la tradición occidental del principio filosófico según el cual el cambio o comportamiento de cualquier elemento en un sistema complejo se produce siempre por la interacción de las partes del mismo sistema, y en estricto apego a leyes causales necesarias, de tal manera que todo sucede como sucede porque así y no de otra manera tiene que pasar, regido por el principio de necesidad (ananké). Si bien no usaron el término, esta visión es considerada el germen histórico de la corriente de pensamiento que, desde la Revolución Científica, llamamos mecanicismo. A Leucipo, por ejemplo, se le atribuye el siguiente axioma: “Nada se produce porque sí, sino que todo surge por una razón y por necesidad”.
La explicación mecanicista del mundo se consolida con la Revolución Científica. En sus albores, sus principales exponentes fueron el pisano Galileo Galilei (1564-1642), quien aplicó la matemática al estudio del movimiento; el francés René Descartes (1596-1650), que propuso un universo-máquina gobernado por leyes de contacto y colisión; su paisano y coetáneo Pierre Gassendi (1592-1655), quien recuperó el atomismo griego, y el irlandés Robert Boyle (1627-1691), que lo llevó al ámbito de la química con su “filosofía corpuscular”. Incluso en este grupo debemos incluir a Isaac Newton (1643-1727), aunque su concepto de fuerza de gravedad desafió la ortodoxia mecanicista pura, construyó su monumental sistema sobre una base de leyes mecánicas universales. Por supuesto, de todos ellos, el caso más claro y radical es Descartes. Para el autor de Discurso del método, todo el mundo físico, incluidos los animales y los seres humanos, es una máquina. Su universo es un plenum de materia en movimiento, y todos los fenómenos, desde la formación de planetas hasta la fisiología animal, se explican por el contacto y la colisión de partículas de materia —teoría de los vórtices—. Con su gran división entre res cogitans (la mente) y res extensa (la materia extensa) dio escapatoria al alma humana del mecanicismo, pero todo lo demás quedó sujeto a sus leyes.
Conviene aquí subrayar que lo que Descartes plantea es que el mundo es literalmente una máquina. No se trata de un símil ni mucho menos de una simple metáfora, sino de una definición ontológica: la materia, cuya esencia es la pura extensión, no puede operar sino por las leyes del contacto y el movimiento que rigen cualquier mecanismo. Esta visión, el mecanicismo cartesiano, representa la formulación más radical y sistemática de esta corriente de pensamiento.
Si existió, resulta que Leucipo fue para Demócrito lo que Isaac Beeckman —de quien probablemente nunca hayas oído nada— fue para René Descartes. Me explico… Podría establecerse un intrigante paralelismo histórico: la relación entre el oscuro Leucipo y Demócrito guarda una sorprendente semejanza estructural con la que, siglos después, vivirían el científico neerlandés Isaac Beeckman y el joven galo René Descartes. En ambos casos, un primer pensador, sólido y original, actuó como mentor e iniciador de las ideas fundamentales —el atomismo y el mecanicismo matemático—, pero fue la genialidad sistemática y ambiciosa del discípulo (Demócrito y Descartes) la que llevó esas ideas a su plenitud, eclipsando inevitablemente la figura del precursor y generando debates perfectamente dispensables sobre la autoría específica de sus hallazgos. Cuando el joven Descartes conoció a Beeckman (1588-1637) en 1618, este último ya era un científico consolidado con ideas muy claras. Beeckman fue un mentor que despertó en Descartes el interés por las matemáticas aplicadas a la física y le transmitió la visión de un universo mecanicista y corpuscular. En su diario, Beeckman anotó: "[Descartes] confesó que nunca había conocido a alguien con quien se sintiera tan en sintonía". Beeckman le mostró el camino. Si bien Beeckman nunca cayó en el olvido absoluto —sabemos quién era, tenemos su diario, conocemos su vida y sus ideas específicas— fue eclipsado por Descartes.
Este fenómeno de eclipse no es único. Se me ocurre trazar un paralelismo entre la forma en que la celebérrima ética de Epicuro opacó su no menos importante física atomista, y la manera en que el 'pienso, luego existo' y la epistemología de Descartes han tendido a ensombrecer su rol protagónico en el desarrollo y radicalización del mecanicismo durante la Revolución Científica. En ambos casos, una contribución conceptualmente deslumbrante en un área se convirtió en la 'marca registrada' del filósofo, relegando otra faceta de su pensamiento, igual de fundamental, a un segundo plano en la percepción popular y a veces incluso académica. Claro, Leucipo, Demócrito, Isaac Beeckman y el propio René Descartes, dirían que si sucedió así, fue porque era necesario: no había de otra.