A manera de epígrafe:
recuérdese aquella escena de Duck Soup (1933) en la que
Chico (Chicolini) vestido como Groucho Marx (Rufus T.
Firefly)
sale debajo de la cama, y Margaret Dumont (Mrs.
Teasdale)
al darse la vuelta y verlo le dice sorprendida:
— ¡Su Excelencia!, creí que
se había usted ido.
— No, no me he ido.
— Pero lo vi salir con mis
propios ojos.
— ¿Y a quién va usted a
creerle, a mí o a sus propios ojos?
Cosa rara, hoy voy a recomendarles un
libro útil*: Fake news, una nueva
realidad, de Esteban Illades (Grijalbo, 2018), un ensayo en el que desde su
título se expresa la tesis desarrollada a lo largo de poco más de 150 páginas: “La
idea… es mostrar cómo la desinformación, que ha acelerado su paso con los años,
ha aumentado desde 2015, cuando Donald Trump anunció su intención de buscar la
candidatura del Partido Republicano… Fake news… Una expresión que nos dice que
la realidad, en el siglo XXI, se está volviendo falsa.”
¿Un
libro útil para quién? De entrada, para todos los maestros y estudiantes del
montón de licenciaturas y posgrados de Comunicación que plagan las
universidades del país, para quienes que se dedican al periodismo y a la mercadotecnia,
para los estudiosos de la Sociología y la Psicología, pero también para
politólogos e internacionalistas… En suma, un texto que va a resultar provechoso
para cualquier profesional de las disciplinas sociales… Pero no quiero dejar
una impresión errónea: si bien se trata de un texto estructurado de manera
lógica, pertinentemente documentado, bien escrito y que ofrece explicaciones racionales,
no es un trabajo académico; de hecho, estoy seguro que puede procurar valiosas herramientas
de entendimiento a ese enorme colectivo que llamábamos el público en general. ¿Tanto?
Bueno, mire, importando poco si usted
es abarrotero, bioquímica, ama de casa o músico, poeta o nini, esforzado
taquero o candidato plurinominal a las miles del fuero, si usted es de esas
personas a las que nomás no le cabe en la cabeza cómo pudo ser que los gringos
hayan elegido como su presidente a un megalómano y mega-anómalo, narcisista,
bocazas, gárrulo, patán, soez e incivil, zafio, golfo, vulgar, altanero,
grotesco y ridículo, chabacano, desvergonzado, macarra, bravucón y pendenciero,
depravado, sexista, machista, homófobo, racista, clasista, chovinista,
retrógrado y prejuiciado, alevoso, fullero, autoritario, vil, pero sobre todo
mitómano desbocado como Donald Trump, entonces el libro de Illades le va a servir.
También le vendría bien la lectura de Fake
news —el libro, quiero decir— si usted —youtubera
con ansias de influencer, adicto al Face o simple ciudadano pasmado ante la
creciente desfachatez con que ahora los políticos mienten— no comprende cómo fue posible que los
ingleses decidieran democráticamente echar reversa histórica y salirse de la
Unión Europea. Recomiendo el libro no solamente a quienes perciban que el mundo
está cambiando demasiado rápido y por lo mismo no lo alcanzan a entenderlo,
también —y quizá más— a los inconscientes que se mueven muy impasibles creyendo
que las cosas han sido siempre así, o máso,
y que no hay nada de qué sorprenderse. Queda claro, ¿no? El texto de Esteban
Illades es una guía efectiva para hallarle algunos hilos a la madeja en la que
hoy vivimos, así que no insistiré en que se trata de una lectura obligada —más
aún después del escándalo de Cambridge Analytica y Facebook, y sobre todo aquí
en México, a partir del Jueves Santo, día en el que Channel 4 News dio a
conocer que la compañía inglesa anduvo en tratos con el PRI—.
Además
de una introducción y un epílogo, Fake
news, una nueva realidad se compone de tres apartados. En el primero de
ellos, “Un nuevo mundo”, el autor trama una narrativa que ordena la serie de
eventos que a lo largo de los últimos tres años ha trastocado totalmente el
fenómeno antes conocido como “realidad mediatizada”: el bombazo de Wikileaks al
Partido Demócrata; el gobierno ruso, sus hackers
y la FSB —sucesora de la KGB—; el ascenso mediático de Alex Jones, sus teorías
de conspiración, Infowars y el Ttuther Movement; la historia de Breitbart y Bannon; el uso que ha dado el
presidente Trump de su cuenta Twitter para distraer y confundir, Kellyanne
Conway y los alternative facts… En la segunda parte, “Fake
news en acción”, Esteban Illades muestra los usos de la mentira sistemática
por parte del mandatario norteamericano, su relación con la televisión y el rol
de Fox News, la nueva oferta cultural conocida como infotainment, y algunos ejemplos de las consecuencias de la
propagación de mentiras a través de la mediósfera… —“una controversia
inexistente, pero difundida por todos los medios posibles, es suficiente para
que cierta parte de la población dude sobre la verdad”—. La última parte del
libro, “En México se llaman noticias”, atiende la situación del negocio del
periodismo noticioso en nuestro país. Arranca revisando el pasado reciente,
desde el monopolio de la verdad en manos de los noticieros de Televisa,
“obsecuentes con el poder”, los pocos casos que lograron algo fuera del redil
gubernamental, la situación de la prensa escrita, y la polarización de la
situación que hoy vivimos, en la cual la gente termina buscando las noticias
que confirmen sus propias creencias —“sesgo de confirmación”— y apertrechada
con los suyos en el autoengaño. Si bien el panorama que muestra el libro no es
alentador, traza rutas para transitar por este nuevo mundo en donde la realidad
se reduce cada día más a eso que cada quien ve diferente.
*
… no suelo hacerlo porque usualmente comento obras literarias en este espacio,
y una novela, por ejemplo, por muy buena que sea, resulta absolutamente inútil,
toda vez que no es un medio para alcanzar algo más —ni siquiera una mejor
comprensión del mundo—, sino un fin en sí mismo.
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