Mundo mondo,
sonaja de
semillas semánticas
Octavio Paz, Solo
a dos voces.
Literatura y
Geografía son disciplinas que siempre se han llevado sobradamente bien. Para
muestra un botón…, o mejor, un globo.
Resulta que el
globo terrestre más antiguo del que conservamos noticia fue ideado por un crítico
literario. El hombre, un heleno estoico que vivió durante apenas tres décadas
del siglo II antes de nuestra era, se llamaba Crates y llegó al mundo en Malos,
una colonia griega en Asia Menor. Malos se ubicaba en el costado oeste del
golfo de Issos —actualmente golfo de Alejandreta—, muy cerca de la
desembocadura en el Mediterráneo del río Pyramus —hoy río Ceyhan—. Crates nació
en el 180 a. C., 153 años después de que, al inicio de su marcha hacia Levante,
Alejandro Magno pasara por ahí —unas jornadas antes a la batalla definitiva
contra los persas, en noviembre del 333 a. C., el macedonio organizó una ceremonia
de sacrificios para honrar al fundador mítico de Malos, el héroe Anfíloco (Donald
W. Engels, Alexander the Great and the Logistics of the Macedonian Army)—. Siendo
un mozalbete, Crates abandonó su terruño para trasladarse Pérgamo, unos mil
kilómetros al oeste, en el extremo opuesto de la península de Anatolia, a unas
seis horas a pie de las costas del mar Egeo. Reinaba entonces Eumenes II
(197-158 a. C.), y la polis gozaba su momento de mayor esplendor.
De acuerdo a
la mitología griega, Pérgamo fue fundada por un hijo de Hércules, quien,
borracho, había violado a la princesa Auge, hija de Aleo, rey de Arcadia. Aquel
encuentro dio vida a Télefo, quien luego de varias vicisitudes, ya adulto, se convertiría
en rey de Misia. Fue en tal condición que Télefo habría sido herido en combate
por el mismísimo Aquiles…, y vivió para contarla (Cantos Ciprio)… Aquí no tengo
más remedio que deviarme de la ruta del relato, para contar que, perdidos y a falta
de un mapa, los punitivos griegos
habrían podido llegar a guerrerar a Troya
sólo gracias a Télefo. Sucedió que, en un primer intento, desembarcaron por
equivocación en Misia, creyendo que estaban ya en los dominios troyanos del rey
Príamo, así que sin mayor preámbulo comenzaron a asolar la comarca. Télefo
acudió en defensa de sus lares. Fue entonces que el fiero Aquiles lo hirió en
una pierna. Conscientes de su error, los griegos se harían a la mar de nuevo. En
Misia, pasado un tiempo, la herida de Télefo no sanaba, así que acudió al
oráculo: Apolo le dijo que la única solución era que lo curara quien lo había
herido. Tal cometido no se veía nada fácil…, pero Télefo, además de bizarro era
mañoso: disfrazado de mendigo, buscó a Aquiles en Argos, y el héroe de los pies
ligeros accedió a curarlo —tema que Aristófanes (444-385 a. C.) no se cansaría de
parodiar en sus comedias—. En retribución, Télefo les señalaría a los aqueos el
derrotero para llegar a Troya.
Independientemente
de su origen mítico, la huella arqueológico muestra que colonos procedentes de
Tesalia comenzaron a poblar Pérgamo desde el siglo VIII a. C. Doscientos años
después toda la región, la llamada Eolia, era controlada por Lidia, y posteriormente
por los persas. La mención literaria más antigua de Pérgamo se la debemos a
Jenofonte (c. 431-354 a. C), quien en su Anábasis narra el paso de la
Expedición de los Diez Mil por la que entonces, 399 a. C., era sólo una ciudadela
—precisamente ahí Jenofonte entrega el mando del ejército de mercenarios
griegos al espartano Tibrón—. Sin embargo, la grandeza de Pérgamo vendría después.
Filitero
(343-263 a. C.), un guerrero macedonio, fue el fundador de la dinastía atálida.
Tras la muerte de Alejandro, 334 a. C., Filitero se halló en medio de las
guerras de los diádocos. Inicialmente se plegó al mandato de Antígono, pero
pronto tomó partido por Lisímaco de Tracia, quien en 301 a. C. lo designó
gobernador de Pérgamo. Como tal permaneció durante casi veinte años, hasta que
Filitero decidió que el equilibrio de fuerzas había cambiado y ofreció su plaza
y armas a Seleuco I de Siria. La jugada resultó afortunada porque poco a poco
Pérgamo fue ganando independencia, al punto que terminó haciéndose un reino
autónomo. Desde entonces comenzó una construcción que
marcaría al Pérgamo atálida,
un templo dedicado a Atenea. Filetero heredará el trono a un sobrino Eumenes I,
a quien sucedería otro familiar, Átalo I, quien logró los triunfos militares
definitivos contra los galatas (celtas) e impulsó la primera gran explosión
cultural de Pérgamo. Además, Átalo I estableció una alianza con Roma para
enfrentar a Macedonia y detener los embates de Cartago. El siguiente jerarca, Eumenes
II, gobernará Pérgamo en durante sus años dorados. Fue en este período cuando Crates
de Malos se estableció en la ciudad, en donde asumiría un rol clave, al hacerse
cargo de la dirección de la biblioteca de Pérgamo, la única que llegó a
competir con la de Alejandría. Crates estudiaría incansablemente la Ilíada y la
Odisea, enseñaría estoicismo y, como ya decíamos, lograría crear el primer
globo terráqueo de cuantos conocemos. Veremos…
Esquela
El miércoles
14 murió Fernando del Paso. Mi primera borrachera de lenguaje de varios días se
la debo a Palinuro de México. La lectura lo perdure. Recordemos unos versitos
del gran dandi:
Si esto que estoy escribiendo
jamás escrito lo hubiera,
no sé qué estaría yo haciendo,
y tú, lector en espera,
tú no lo estarías leyendo.
-->
No hay comentarios:
Publicar un comentario