The bare
necessities of life will come to you
They'll come to
you!
Terry Gilkyson,
The bare necessities.
Luciendo una
huallca negra, guapísima, salerosa, Barbra Streisand entregó el Academy Award
for Best Original Song correspondiente a 1968. Aunque ni escribió la letra ni
compuso la música, la estatuilla la recibió Sammy Davis Jr., quien acudió en
nombre de su amigo, Leslie Bricusse. Talk to the Animals, el tema galardonado,
forma parte del musical de feliz olvido Doctor Dolittle, una comedia plagada de
bestias. Entre las nominadas al Óscar para la mejor canción se quedaron una de
Quincy Jones, otra de Burt Bacharach, y una obra maestra de Terry Gilkyson
incluida en el decimonoveno largometraje animado de Walt Disney, El libro de la
selva.
La de los
estudios Disney fue la segunda versión cinematográfica de The Jungle Book, el
conjunto de relatos publicados por Kipling en 1894 —la primera, la de los
hermanos Korda, data de 1942—. En la cinta animada, la voz del virtuoso Baloo,
un oso bezudo de la India (Melursus ursinus), corrió a cargo del jazzista Phil
Harris; a él le tocó interpretar la canción de Terry Gilkyson: The bare
necessities… ¡Titulazo, claro!, porque aquí hay que traducir bare como básicas,
es decir, Las necesidades básicas o mínimas, pero bare se escucha igual que
bear, es decir oso: Las necesidades del oso:
Look for the bare necessitiesThe simple bare necessitiesForget about your worries and your strifeI mean the bare necessitiesOld Mother Nature's recipesThat brings the bare necessities of life…
Además de la
interpretación de Phil Harris, que es bastante buena, tiempo después Tony
Bennett grabaría la suya; sin embargo, la mejor de todas, de lejos, es la de
Louis Armstrong. Bueno, en inglés… Desconozco quién tradujo The bare
necessities para la película doblada al español, pero quien lo haya hecho lo
hizo muy bien. Cuando le tocó personificar a Baloo, Tin Tan aconsejó al pequeño
Mowgli: “Mira, fíjate bien, amiguito… Todo lo que tienes que hacer es…”:
Busca lo más vital, no más,lo que es necesidad, no más,y olvídate de la preocupación.Tan sólo lo muy esencialpara vivir sin batallary la naturaleza te lo da.
La postura de
Baloo suele vincularse con la de Timón y Pumbaa —Hakuna Matata—; de acuerdo,
pero miremos mejor hacia atrás, más de veinte siglos atrás, porque The bare
necessities es un himno a la filosofía cínica.
Lo más vital en esta vidalo tendrás.¿Yo lo tendré?Te llegará.
En su ensayo
sobre la historia del cinismo, El libro sobre el tema (A History of Cynicism.
From Diogenes to the 6th Century A.D. Methuen. London, 1937), Donald R. Dudley
explica que desde hace mucho ha habido quienes piensan que el cinismo, más que
una filosofía, es una postura ante la vida. Por ejemplo, cuenta que el
emperador romano Flavio Claudio Juliano, El Apóstata (331-363 d. C.), pensaba
que el cinismo “se ha practicado durante todas las épocas…, y no requiere
ningún estudio especial”. Por su parte, el autor sostiene que la filosofía
cínica comenzó en un momento histórico específico, en el siglo IV a. C., con
Diógenes de Sinope: “el cinismo es la expresión griega más característica de la
crítica al mundo como feria de vanidades, la reacción lógica a sus valores, y
del deseo de retorno a una vida basada en demandas mínimas”. Si bien perduró a
lo largo de toda la Antigüedad, “es un fenómeno que puede encontrarse en
diferentes etapas de la civilización occidental; las causas que lo han
impulsado en distintos períodos han sido la injusticia política y económica, el
entusiasmo religioso, o la reacción al sobre-desarrollo de la civilización
urbana”.
Busca lo más vital, no más,lo que has de precisar, no más.Nunca del trabajo hay que abusar.Si buscas lo más esencialsin nada más ambicionarmamá naturaleza te lo da.
Baloo no es
flojo, más bien se ejercita en la contención; actúa y predica como lo hace
porque juzga que más allá de lo esencial todo es vanidad. ¿Vanidad? Vanitas, en
el sentido de ilusorio y falso, de vano, vacuo, vacío. “Vanidad de vanidades,
dijo el predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad” (Eclesiastés 1:2).
Donald R. Dudley señala que quien haya escrito estos versículos “fue, como los
cínicos, un producto de la era helenística, un tiempo en el cual los viejos
estándares fueron desechados, y el individuo fue puesto a merced de fuerzas
caprichosas e indomables”. Diógenes y los cínicos que le siguieron “son
representantes de un estándar de vida que a nosotros nos resulta desconocido: el
estándar del mínimo”. Vivir sólo con lo necesario, con lo básico, y no por
carencias, sino por decisión, para no arriesgar la autonomía puesto que todo es
tornadizo, mutable.
Y el tiempo no pierdas nunca en buscarcosas que quieras que jamás encontrarás.Pues ya verás que no te hace faltay aún sin él tú sigues viviendo…
El exilio, la
esclavitud, la pérdida de la hacienda y del hogar era frecuentes temas de las
diatribas cínicas, puesto que eran terrores atizados por posibilidades reales.
Durante la Antigüedad, sobre todo antes de la pax romana, se vivían impensables
niveles de inseguridad. “La esclavitud resulta tan remota que nos es difícil de
comprender el terror cotidiano que podían sufrir los griegos durante aquel
período. Sólo hay que considerar cuán poderosos eran los piratas en el
Mediterráneo hasta su represión por parte de Pompeyo, para entender que
cualquier navegante corría un alto riesgo de ser capturado y vendido como
esclavo… En el mundo heleno el exilio existía no sólo como una forma común de
castigo, sino también como uno de los riesgos con que normalmente debía vivir
los políticos. Durante este período, varias ciudades fueron completamente
destruidas, como Tebas por Alejandro, Lébedo y Colofón, por Lisímaco…, y
Corinto por los romanos”. Así que si estás vivo, necesariamente tienes al menos
lo más vital…, no tengas nada más, recomienda Baloo, y nada entonces podrán
quitarte.
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