El 13 de julio, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, la doctora Claudia Sheinbaum, anunció una serie de medidas tendientes a conmemorar los 500 años de la caída de México-Tenochtitlán. Una de dichas acciones se refiere al cambio de nomenclatura de una importante vialidad del centro histórico. El próximo 12 de agosto cambiará oficialmente el nombre de la avenida Puente de Alvarado; en lo sucesivo se llamará “avenida México Tenochtitlán” —de hecho, el acuerdo correspondiente se publicó en la Gaceta Oficial el pasado 21 de mayo, y señala que entra en vigor al día siguiente de su publicación—.
La avenida Puente de Alvarado corre de Insurgentes Norte a la calle Guerrero. Es una vía de doble circulación, con camellón en medio. Del lado norte, cruza las calles Bernal Díaz del Castillo, Buenavista, Juan Aldama, Zaragoza, y finalmente, al atravesar Guerrero cambia de nombre a avenida Hidalgo. Del lado sur, enseguida de Insurgentes pasa por Ezequiel Montes, luego por José María Iglesias, Ponciano Arriaga (Buenavista del otro lado), Miguel Ramos Arispe, José de Emparán, Terán y finalmente Rosales (Guerrero del otro lado).
¿Y por qué se llamaba Puente de Alvarado? En su libro México viejo: noticias históricas, tradiciones, leyendas y costumbres (París; México: Librería de la Vda. de C. Bouret, 1900) cuenta don Luis González Obregón que nombre se debe a un embuste:
“Dice la leyenda que en la célebre retirada de los españoles, Pedro de Alvarado, al llegar a la tercera cortadura de la calzada de Tlacopan, ‘clavó su lanza en los objetos que asomaban sobre las aguas, se echó hacia adelante con todo el impulso posible, y de un salto salvó el foso’. Hecho tan inexacto como admirable impuso el nombre a una de nuestras principales avenidas, que todavía se llama Puente de Alvarado, y en la que se conservó por muchos años un puente y una zanja que corría de sur a norte.” El propio González Obregón corrige y narra que Alvarado, que ya iba a pie pues su yegua alazana había sido ya muerta por los guerreros mexicas que perseguían a los españoles y tlaxcaltecas que huían de Tenochtitlán, encontró “una viga atravesada en la acequia, la pasa, y una vez del otro lado, monta en las ancas del caballo de un tal Gamboa, que lo pone fuera de peligro”. Haya saltado usando una lanza como garrocha o cruzado sobre una viga, el cruce de Pedro de Alvarado de tal cortadura fue lo que dio origen al nombre de esa calle…, hoy avenida México Tenochtitlán.
Por cierto, además de la vialidad en cuestión, en otras localidades del país existen otras calles con el mismo nombre (Aguascalientes, Agus.; Tepeji del Río, Hidalgo; Vista Hermosa, Michoacán; San Miguel Allende, Guanajuato; Chalco, Estado de México, y San Luis Acatlán, Guerrero).
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