Cuatro libros para iniciar el 2009. Y todos con ánimo exploratorio, es decir, apostándole a sorpresas; ninguno lo he leído, a ver después si no me arrepiento:
1. Chesil Beach, de Ian McEwan (Anagrama). En la lista de los mejores libros de 2008 de Babelia, aparece en primer lugar. Debo confesar que de este novelista británico no he leído nada; nació en 1948 y le apodan Ian MacCabre (macabro). On Chesil Beach se publicó en inglés en 2007 y es su penúltima entrega, la más reciente se titula Untitled Novel, y aún no se consigue en castellano. Además de ser autor de 11 novelas, McEwan ha publicado libros para chavitos, obras de teatro y varios guiones; de hecho, varias de sus obras se han llevado al cine.
2. Asesinos sin rostro, de Henning Mankell (Tusquets). De este sueco tampoco he leído nada, aunque ya son varias las referencias que conozco de su obra, todas positivas. Tiene varias novelas protagonizadas por el detective Kurt Wallander; me parece que hay que entrarle con Asesinos sin rostro por dos motivos: uno, es la primera en la que aparece dicho personaje, y, dos, ya se consigue en las ediciones baratas de Tusquets. Dato curioso de Mankell (Estocolmo, 1948): está casado con una hija de Ingmar Berman.
3. Casi nunca, de Daniel Sada (Anagrama). De Sada sí que he leído varios libros, y en ningún caso me arrepiento, de hecho, sin duda Porque parece mentira, la verdad nunca se sabe es una de las novelas mexicanas más importantes de los últimos años. Con Casi nunca este narrador bajacaliforniano obtuvo el Premio Herralde de Novela.
4. Me propongo leer también cualquier libro de Cristina Rivera Garza. Mexicana naciada en 1964 y, por lo que parece dedicada al cien por ciento a la literatura. Tiene varios títulos; quizá le apueste por La frontera más distante (Tusquets). Ella escribe con regularidad en Milenio y en su columna siempre encuentro inteligencia y una pluma bien dotada.
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