
5. El mundo alucinante, de Reinaldo Arenas (Tusquets). No es una novedad, su primera edición data de 1969, de hecho, su autor ya murió. ¿De dónde viene la inquietud? Bueno, hace unas semanas leí un pequeño libro que contiene un gran ensayo: Los origenes del nacionalismo mexicano, de David Brading (ERA). Entre otras cosas, el doctor Brading deja claro que el nacionalismo mexicano surgió del patritismo criollo, y que las dos cabezas que lograron el salto entre ambos fueron Carlos María Bustamante y el padre Servando Teresa de Mier. Ya habrá tiempo de comentar a detalle esto, por ahora basta decir que la vida de Fray Servando me pareció precisamente, alucinante, digna de una novela de aventuras: ¿un republicano con aires de aristócrata?, ¿un religioso que terminó sus días en Palacio Nacional como un activo del naciente Estado Nación?, ¿un creador del nacionalismo mexicano que estableció la liga entre la virgen de Guadalupe y la Tonatzin?, ¿un mexicano decimonónico que entendía once idiomas y echaba balazos trepado en un caballo? Todo un caso. Pues me puse a buscar biografías del personaje y para pronto resulta que, según me informó el Chamuco Rodríguez Varela el trabajo más completo se debe a Christopher Domínguez Michael (Vida de Fray Servando, Conaculta). Estuve a punto de ir a comprar el volumen..., pero justo hoy la doctora Adriana Sandoval me paso un datazo: El mundo alucinante de Reynaldo Arenas es justamente eso, una novela de aventuras basada en la vida del padre Mier. Además del tema, está el autor: Arenas nació en Cuba en 1943, participó en la Revolución Cubana y luego terminó reprimido por Fidel y sus barbudos, porque además de criticón, el escritor era, ¡oh, pecador!, homosexual y no lo ocultaba; ambas condiciones, qué esperabas, mi hermano, fueron motivo más que suficiente para que lo encarcelaran en El Morro (1974-1976). En 1980, salió de la isla junto con otros tanto marielitos, para irse a radicar en Nueva York, en donde en 1990 se suicidó: poco antes había sido confirmado que tenía SIDA -quien esté interesado en este cuate, léa su autobiografía, desgarradora: Antes que anochezca (Tusquets)-.

No hay comentarios:
Publicar un comentario