Since 1945 the world has been the best it has ever been.
The best it will ever be. Which is a poetic way of saying
this era, this world—our world—is doomed.
Peter Zeihan, The End of the World is Just the Beginning.
2050
“¿Cómo cree usted que será el mundo en 2050?” Tal fue la pregunta que en 2014 la ONU planteó a 202 científicos de todo el orbe. Contestaron y sus respuestas fueron sintetizadas y clasificadas en 95 puntos, los cuales, después, fueron sometidos a votación entre ellos mismos. ¿Qué es lo que la mayoría vislumbró que estará sucediendo en poco menos de treinta años? ¿Un mundo mejor? En primer lugar, con 90 votos, quedó un riesgo del que poco se habla: “abatimiento total de la pesca en todos los océanos”. En segundo sitio, con 89 votos, un fenómeno que de 2014 a 2022 dejó ser una posibilidad para convertirse en una realidad que causa montones de muertes: “cambio climático acelerado”. En tercera posición, con 86 votos, empataron otros dos presagios funestos —“creciente inequidad, tensión y lucha social”, y “persistencia de la pobreza y el hambre”— y, por fin, una luz esperanzadora: “la sociedad global creará una vida mejor para la mayoría, pero no para todos, principalmente a través del crecimiento económico sostenido”… Ajá, una promesa acotada desde entonces —“no para todos”—, y que hoy se encuentra prácticamente desechada: la globalidad se ponchó, y además, desde hace mucho, hay que ser muy necio para no ver que el crecimiento económico no necesariamente se traduce en desarrollo humano y, en cambio, sí ha provocado polarización de la riqueza, degradación social y desastre ambiental.
1945 – 2019
En junio comenzó a circular el nuevo libro de Peter Zeihan, The End of the World Is Just the Beginning: Mapping the Collapse of Globalization (Harper). Su tesis principal es que lo mejor ya pasó…
El siglo XX fue un relámpago de progreso. Todo se volvió más barato, más rápido y asequible. El mundo mejoró. El avance tecnológico ha sido vertiginoso durante los últimos años: “La computadora portátil en la que estoy tecleando tiene más memoria que el total combinado de todas las computadoras que había en el planeta a fines de la década de 1960”. Nuestra esperanza de vida ha aumentado drásticamente. Desde mediados del siglo pasado hemos disfrutado de un largo período de paz y enriquecimiento. “Hemos vivido un momento perfecto”.
Zeihan afirma que después de la II Guerra Mundial, Estados Unidos se agenció el puesto de policía planetario, fomentando un entorno de “seguridad global” en el que cualquiera podía participar en cualquier cadena de suministro, sin necesidad de una escolta militar propia. ¿Qué pedían los norteamericanos a cambio? La aceptación de que el hegemón mundial eran ellos y no los soviéticos. Según esta versión de la historia contemporánea, los estadounidenses crearon y dieron viabilidd al libre comercio global, con el que se propagó el desarrollo tecnológico, la industrialización y la sociedad de consumo: la globalización, pues. La esperanza de vida aumentó. La urbanización se aceleró. “Durante décadas, eso significó más y más trabajadores y consumidores… Un resultado fue el crecimiento económico más rápido que la humanidad ha experimentado jamás”. La globalización ha impactado todos los niveles: regionales, nacionales, locales… “El transporte y las finanzas, los alimentos y la energía siempre presentes, las mejoras interminables y la velocidad alucinante”.
En abril de 2020 decía yo aquí que “el SARS-CoV-2, desató y propagó la catástrofe de nuestro mundo”. En su nuevo libro, Zeihan sostiene que nuestra era terminó en 2019, y afirma que el fin es inevitable.
2022 – …
Si Richard D. Wolff explica la situación actual con la palabra split —disolución, ruptura, escisión…—, Peter Zeihan sostiene que el mundo se está desmoronando —is breaking apart—. Su análisis tiene dos componentes, el geopolítico y el demográfico.
Zeihan piensa que, desde el fin de la Guerra Fría, Estados Unidos desatendió su rol de policía del mundo, de tal manera que ahora nadie tiene la capacidad militar de mantener la seguridad mundial, sobre todo en los mares. Por otro lado, advierte un hecho demográfico: la base global de trabajadores y consumidores está envejeciendo. ¿Por qué? En un entrevista con Sam Harris, Zehian traza el fenómeno: antes de la II Guerra Mundial, los niños eran la fuente de trabajo gratuito en el campo y la gente tenía todos los que podía, “pero cuando ocurrió la globalización y todos pasamos a empleos en la industria y en lo servicios en las ciudades, y cuando la gente se mudó a departamentos, los niños dejaron de ser trabajo gratuito y ya sólo fueron dolores de cabeza animados… Y los adultos no son tontos, así que prefirieron tener cada vez menos niños”.
La fragmentación de la economía mundial y el cambio de la dinámica poblacional marcan el fin de la era. El punto de no retorno ya quedó atrás. “La década de 2020 verá un colapso del consumo, la producción, la inversión y el comercio en casi todas partes. La globalización se romperá en pedazos. Algunos regionales. Algunos nacionales. Algunos más pequeños. Será costoso. La vida será más lenta. Y sobre todo, peor. Ningún sistema económico imaginado aún puede funcionar en el tipo de futuro que enfrentamos”. El caos geopolítico y el colapso demográfico caducarán a varios países y provocarán el surgimiento de otros, pero no hay ningún orden global sustitiuto. Para decirlo rápido, lo mejor de nuestra vida ya pasó, quedó atrás y el porvenir será progresivamente peor… Claro, eso proyecta Peter Zeihan desde Estados Unidos.
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