Un blog apasionado, incondicional y sobre todo inútil sobre esos objetos planos, inanimados, caros, arcaicos, sin sonido estereofónico, sin efectos especiales, y sin embargo maravillosos llamados libros.

martes, 30 de marzo de 2021

La melancolía de Roger Bartra

Con motivo de la publicación de su más reciente libro, Regreso a la jaula, en el cual, dicho en corto, se dedica a criticar al presidente López Obrador, el pasado domingo, el diario español El país publicó una entrevista al sociólogo Roger Bartra. Van de mi parte algunas apostillas:

Bartra afirma que AMLO pretende volver a una “situación preneoliberal”… Si eso cree, no es extraño entonces que piense que el del presidente es un “estilo irracional de gobernar”.  Considerando que viajar en el tiempo es por ahora imposible, ¿no resulta irracional preocuparse de que AMLO logre su propósito?

 

Bartra, contundente, sorraja: “López Obrador es un populista de derechas de manual”… Raro, ¿no? De derecha y toda la derecha lo detesta.

 

Bartra dice que el presidente de la República y Morena “están enfrentando a los tres grandes partidos que acordaron y lograron la transición democrática…” Resulta, pues, que la transición democrática fue un logro que “acordaron” el PRI, el PAN y el PRD regalarnos… ¡Qué nobles! ¡Y qué malagradecido el Peje!

 

Bartra sostiene que  Andrés Manuel es un “populista de derechas”. Cuando Constanza Lambertucci, la entrevistadora, le pide que defina “populismo”, el académico responde: “El populismo no es una ideología política, tampoco es una estrategia política… Es un fenómeno de cultura política.” En resumen: el populismo no etiqueta nada concreto, pero el Peje le cae muy gordo.

 

Bartra asegura que López Obrador es un político “de derechas”. En la misma entrevista dice que “el PAN es el partido tradicional de la derecha, una derecha muy atrasada, hispanizante y religiosa, pero tiene un lado liberal”. ¿O sea, la derecha es enemiga de la derecha?

 

Bartra proclama que el PRI, el PAN y el PRD “acordaron y lograron la transición democrática”. En la misma entrevista asevera que “el PRI es justamente el símbolo de todo aquello que derrumbó la transición democrática. Es un partido que yo detesto…” El PRI, pues, ¿es suicida? De cualquier forma, Roger Bartra pide salvar al partido que detesta.

 

Bartra nos interpele en favor del PRIANrd: dice que “hay que defender” al  PRI, al PAN y al PRD —el muégano del señor X—, “a pesar de lo horrible que puedan parecer”. Pero, si algo “parece” horrible es horrible, por definición, ¿no?, al menos hasta que deje de parecer horrible… Y justo eso es lo que quiere Bartra.

 

Bartra clama: “hay que reequilibrar las cosas y lo mejor sería simplemente que el Gobierno no tuviera una mayoría”… ¿Reequilibrar? ¿Antes de julio 2018 vivíamos en un país con las cosas equilibradas? No, pues aquí sí me declaro ciego, sordo, estúpido…

 

Bartra no tiene empacho en decir que “esos tres partidos (PRIANrd), a pesar de lo horrible que puedan parecer, representan la transición democrática y hay que defenderlos a pesar de ellos mismos”. ¡Esto sí ya me supera, es como alquimia mental, ciencia política de energúmenos!

 

A mí se me hace que el doctor Bartra trae muy polarizada la capacidad de análisis. Quizá sea que padece cierta melancolía.

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