Se esforzaron durante décadas en desmantelar al Estado, y ahora, desde que perdieron el poder, culpabilizan al gobierno entrante de las consecuencias y costos de sus políticas.
— ¡Vamos a votar en contra de esa resolución legislativa que beneficia claramente a las clases populares! ¡Eso es populismo!
Cada vez muestran con más estridencia su indignación porque el gobierno de López Obrador no ha remediado en casi ya tres añotes todo lo que ellos no atendieron a lo largo de décadas.
Durante décadas se dedicaron a administrar problemas y a saquear escrupulosamente, ahora, ya con más tiempo, tocan las trompetas del Apocalipsis de lunes a domingo: claman que Estados Unidos nos va a aniquilar, que todos los inversionistas se va a ir, que el agua nos va a llegar a los aparejos, que la inflación va a ahogarnos mañana mismo, que se van a tardar 134 años en vacunar, que nomás amanezca el país será Venezuela del Norte - Cuba continental, que los malvados rusos están atrás atrás del mesías tropical, que no tardan en expropiar todas las casas de las familias decentes de este país… que
Incansables, sus voceros llevan casi tres años denunciando que el gobierno de la 4T atenta contra su libertad de expresión; casi tres años publicándolo diario en todos los periódicos, gritándolo a todas horas a través de todos los micrófonos; vociferándolo en todas las pantallas,
Mientras endeudaban al país, durante años asustaron a la ciudadanía asegurando que AMLO endeudaría a México. Ahora que el gobierno de la 4T está disminuyendo la deuda, consecuentes, ¡siguen advirtiendo que 'Lopes' va a endeudar al país! #AsiNoANLO
Llevan tres años tratando de denostar a los servidores públicos del gobierno que encabeza López Obrador; incluso han llegado al extremo de acusarlos de ser igual de corruptos… ¡que ellos mismos!
“¡Ah, no…! Ya lo caido, caido…”: motivación jurídica omnipresente en sus amparos.
— Ok, son reglas abusivas, van en contra del interés público… ¡Pero son las reglas! ¡Respeten el Estado de Derecho!
EPN, cereza del pastel neoliberal, declaró que todas y todos los mexicanos éramos corruptos…, y casi nadie dijo nada. Ahora que el presidente López Obrador fustiga a los corruptos… se indignan, se ofenden y exigen que no polarice "desde el púlpito de las mañaneras".
Escupen al cielo: “¡Ellos son tan corruptos que todavía no nos han metido a la cárcel a todos nosotros!”
El puro argüende como estrategia legislativa.
— Bueno, sí, robábamos, pero salpicábamos… ¡Estos salvajes no sueltan nada y desperdician todos los recursos públicos en un saco roto lleno de zánganos que ni estudian ni trabajan, de pobres que son pobres porque no le echan ganas, de prietos de codos resecos!
— ¡Son tan nacos que no derrochan el erario!
— ¡Ese viejito no es un político profesional, es un improvisado: nomás hay que verle los zapatos sucios!
— Bueno, no era un santo, pero Peña Bombón no andaba de gabán comiendo tlayudas en puestos callejeros…, tenía porte, clase.
La grosería procaz, la visceral majadería, el insulto como pilar ideológico de un edificio en ruinas.
— Qué nostalgia del México de primer mundo que llevábamos décadas prometiendo y que nunca fuimos, qué nostalgia del país que cabía en un spot!
Tiran la piedra y dicen que no fue pedrada.
Proyecto de Nación: ¡devuélvanos todas las canicas!
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