Un blog apasionado, incondicional y sobre todo inútil sobre esos objetos planos, inanimados, caros, arcaicos, sin sonido estereofónico, sin efectos especiales, y sin embargo maravillosos llamados libros.

miércoles, 2 de noviembre de 2022

INEGI: casi 40 años (IV)



Tapexco

 

Ya muy pocos saben qué es un tapexco. A finales del siglo XX, Carlos Basauri reportaba: “Cuando tienen cama, ésta es de horcones y un tapexco de carrizo. Además, tienen jarros, cazuelas…” (La población indígena de México, v. II. Conaculta, 1990). El vocablo tapexco no aparece en el Diccionario del Español de México (Colmex), en cambio, para variar, la RAE sí da cuenta de él: tapexco, tapesco: “especie de zarzo que sirve de cama, y otras veces, colocado en alto, de vasar”. Y un zarzo, claro, es un “tejido de varas, cañas, mimbres o juncos, que forma una superficie plana”. Dormir en tapexco es, pues, dormir en petate.

 

En 1940, en México más de dos millones y medio de personas —2’514,626—dormían en tapexco, mucho más gente que los 1.7 millones que entonces habitaban el Distrito Federal. Peor, 4.6 millones más dormían en el suelo. En 1940, en nuestro país sólo seis de cada diez personas dormían en catre o cama.

 

 


Guerra

 

El sexto Censo de Población moderno de nuestro país se levantó el 6 de marzo de 1940. En Aguascalientes vivían 161 mil personas, y toda la gente que radicaba en su ciudad capital, 82 mil, no hubiera alcanzado para llenar el Estadio Azteca. La población total de México ascendió a poco menos de veinte millones de habitantes —19’653,552—; es decir, hace 82 años en todo el país vivía menos gente que la que hoy reside en la Zona Metropolitana del Valle de México —más de 22 millones—. En 1940, año en el que formalmente inició la II Guerra Mundial, 2.3 millardos de humanos poblaban la Tierra. La población de Alemania —70.7 millones— superaba por más de 50 millones a la de México. En marzo de 1940 el avance de los fascistas seguía imparable. Japón había ya invadido Manchuria y China; Italia, Etiopía, el sur de Francia y Albania, y Alemania, Austria, Bohemia, Moravia y Polonia. Gran Bretaña y Francia habían declarado la guerra a los nazis, pero ni la Unión Soviética ni Estados Unidos eran aún enemigos declarados del Eje Roma-Tokio-Berlín. En México, faltaban ocho meses para que la banda presidencial pasará del general Cárdenas a otro militar, Manuel Ávila Camacho.



Unos días después del levantamiento del censo de 1940, el 29 de marzo, en el predio en el que se encontraba la Arena Nacional, en el DF, fue inaugurado el cine Palacio Chino. En septiembre, el día 11, fue ahí en donde se estrenó Ahí está el detalle. La cinta, dirigida por Juan Bustillos Oro, fue el primera en el que Mario Moreno usó el sobrenombre de Cantinflas. En abril, Hitler invadió Dinamarca y Noruega, un mes después Países Bajos y Bélgica, y en junio Francia. En octubre, Chaplin estrena The Great Dictator.

El 5 de noviembre Roosevelt gana por tercera ocasión la presidencia de Estados Unidos, y aquí en México, el día 23 del mismo mes, una semana antes del cambio de gobierno, fue inaugurado el nuevo edificio de la Dirección General de Estadística (DGE).

 

 

Balderas 71

 

Como venía ocurriendo desde 1882, la organización del Censo de Población de 1940 había sido responsabilidad de la DGE, para entonces adscrita a la Secretaría de Economía Nacional. 


Su nuevo edificio fue construido en el predio ubicado entre las calles Artículo 123, Balderas y Morelos, a unas cuadras del Zócalo, en un solar que había sido ocupado por un inmueble de la Huasteca Petroleum Company. El acto lo presidió el secretario de Economía y Emilio Alanís Patiño, director general de Estadística. También “hicieron acto de presencia… el ingeniero Juan de Dios Bojórquez, quien fuera director del extinto Departamento de Estadística Nacional,  y Gilberto Loyo, quien… en ese momento era jefe de la Oficina Central de Censos” (INEGI, Los cien primeros años. Dirección General de Estadística). Durante el acto, Alanís Patiño dijo: “… la estadística mexicana ha llegado a tal grado de madurez que el gobierno la ha juzgado merecedora de un edificio especial”. 43 años despúes, el recién creado Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en cuya estructura se incorporaría la antañona DGE, ocuparía el mismo edificio de Balderas 71. Aquel año, 1983, el mundo seguía en la etapa que pasó a la historia como la Guerra Fría; de hecho, dos días después de que fuera publicado el decreto que formalizó el establecimiento del INEGI, los soviéticos y los norteamericanos reanudaron las negociaciones de desarme. Las pláticas sucedieron en Ginebra. Abordaron el asunto de los cohetes nucleares de alcance intermedio en Europa. Un día antes, en la misma ciudad suiza, se había celebrado una reunión de emergencia de la OPEP. Los países productores de petróleo no logran ponerse de acuerdo sobre los precios del crudo. Arabia Saudita fue acusada de boicotear la reunión en favor de sus intereses. En cualquier caso, los precios del petróleo siguieron a la baja, y México en crisis.

 

Actualmente el edificio de Balderas 71 es parte del patrimonio del INEGI, y está ocupado por las oficinas de la Dirección Regional Centro. Ahí también se encuentra la biblioteca “Gilberto Loyo”.

 

 

Suelo

 

En 1946, Othón de Mendizábal afirmaba: “Dormir en el suelo o en tapexco es una característica indígena que está asociada a la falta de consumo de pan de trigo ...” (Obras completas. Talleres Gráficos de la Nación). Tan eso se pensaba que el tabulado censal así daba cuenta de los resultados: “Población que come y población que no come pan de trigo, y duerme en el suelo, cama, etc.” En 1940, 55% de la población total de México no comía pan de trigo. De la gente que no comía pan de trigo, la mayoría, 54%, dormía en el suelo, en tapexco o hamaca. Desde hace años y hasta la fecha, sobre Artículo 123, entre Balderas y Humboldt, en uno de los costados del edificio histórico del INEGI, es usual encontrar a muchas personas en situación de calle. La mayoría son adictos a una droga que se conoce como piedra. Todos duermen ahí, en el suelo. No sé si coman pan de trigo.

 

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