Un blog apasionado, incondicional y sobre todo inútil sobre esos objetos planos, inanimados, caros, arcaicos, sin sonido estereofónico, sin efectos especiales, y sin embargo maravillosos llamados libros.

domingo, 19 de febrero de 2023

El cine previsto por Musil

  

La primera edición de El hombre sin atributos, obra cumbre del austriaco Robert Musil (1880-1942), se publicó en 1930 por la editorial berlinesa Rowohlt Verlag. Fundada en 1908 por Ernst Rowohlt, el sello se había convertido en uno de las más importantes de la época; publicó a muchos autores importantes de la literatura alemana y europea en el siglo XX, como Thomas Mann, Franz Kafka y Bertolt Brecht. La edición príncipe de El hombre sin atributos constaba de dos volúmenes, y se presentaba como una obra en progreso, ya que Musil había anunciado que aún estaba trabajando en una tercera parte. Los dos primeros volúmenes fueron escritos a lo largo de veinte años. La última parte de la novela se publicó un año después del óbito del escritor.



Ya avanzado el primer volúmen, el astuto Arnheim, un empresario rico y poderoso, conversa con Ulrich, el protagonista de la novela, un hombre culto e inteligente que vive en la Viena de principios del siglo XX, y le advierte:

 

— Va usted frecuentemente al cine? ¡Debería hacerlo! —dijo—. Es posible que la cinematografía no presente en su forma actual un gran porvenir, pero asocie usted a ella intereses comerciales de mayor cuantía, por ejemplo, la industria de los colores o la electroquímica, y verá cómo en unos decenios habrá alcanzado un desarrollo imposible de ser detenido. Entonces se impondrá un proceso al que deberán contribuir todos los medios de difusión y desarrollo del mundo; y por mucho que sea lo que se hayan imaginado nuestros poetas o estetas, el arte que surgirá será el de la Sociedad General de Electricidad o el de la Industria Alemana de Colorantes. ¡Es como para tener miedo, amigo mío! 


 

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